12 enero, 2014

Crítica de "El consejero"

Director: Ridley Scott
Reparto: Michael Fassbender, Javier Bardem, Cameron Díaz, Brad Pitt, Penélope Cruz... 
Estreno en España: 29/11/2013
Año de producción: 2013
País: EEUU

Que una película tenga en su reparto a actores como Michael Fassbender, Javier Bardem, Penélope Cruz, Cameron Diaz o Brad Pitt es razón más que suficiente como para gastarse el dinero en un cine, pero que detrás de la cámara esté Ridley Scott y su guionista sea el reputado y atormentado escritor americano Cormac McCarthy (serio candidato todos los años al premio novel de literatura) hacen de este film una visita obligada.

La trama sigue a un abogado (Michael Fassbender) que lo tiene todo para ser feliz: belleza, dinero y una guapa prometida que lo ama (Penélope Cruz) pero su soberbia y avaricia hacen que se crea más listo de lo que en realidad es y se sumerge en el mundo del narcotráfico aunque solo sea por una vez para saciar sus banales necesidades.

Todos los personajes tienen su momento de gloria pero es Cameron Diaz la que se lleva los mejores momentos haciendo de Malkina una sociópata sexualmente insaciable y uno de los personajes más oscuros de la filmografía de Scott (me recuerda y mucho al Commodus interpretado por Joaquin Phoenix en Gladiator, ya que ambos personajes son conscientes de que están produciendo dolor y disfrutan haciéndolo). Diaz está inmensa y se encarga en todo momento de dejar al espectador tres cosas claras: el remordimiento y la conciencia son palabras que no entran en su vocabulario, que un par de gatos grandes (en su caso el guepardo) son la mascota definitiva y el animal más elegante por excelencia y que siente más amor por un Ferrari que Cristiano Ronaldo y Justin Bieber juntos.


Por su parte Michael Fassbender vuelve a demostrar lo buen actor que es (pocos actores lloran tan bien como él) soportando en sus hombros el protagonismo de la película. Brad Pitt sigue en su buena racha de acertadas elecciones a la hora de elegir un papel y poco a poco me está haciendo olvidar que una vez protagonizó esa bazofia insultante llamada Troya (un día escribiré todos los errores históricos que la convirtieron en una estupidez cuando podría haber sido una película más que interesante). Pitt interpreta a un personaje secundario llamado Westray que es algo así como la voz de la experiencia en la historia y llena de matices a un personaje misterioso del que sabemos realmente poco. Los oscarizados actores españoles también cumplen con su función; Javier Bardem interpreta a Reiner, el intermediario entre el abogado y el mundo de la droga, donde vuelve a lucir otro de sus peinados imposibles que tanto reconocimientos y famas le han traído (No country for old men o Skyfall serían algunos ejemplos de ello), Bardem vuelve a meterse en el oscuro mundo de McCarthy (No cuntry for old men es la adaptación de su famosa novela) y como en aquella ocasión vuelve a juguetear con la maldad y sale airoso de nuevo en el intento. Penélope Cruz está correcta como Laura, la ingenua novia del abogado pero a diferencia del resto no tiene ninguna escena de especial lucimiento interpretativo, pero no es culpa suya.

McCarthy para dar más universalidad al personaje principal no menciona su nombre en ningún momento de la cinta (se le conoce como el “abogado”, “Counselor” (consejero) en su versión original) un recurso que ya utilizó en su novela y también adaptada al cine, The road (2009).

Personalmente veo a los siete pecados capitales por todas partes en esta historia ya que la soberbia, la avaricia, la lujuria, la gula, la ira y la envidia no brillan por su ausencia y todos los personajes están impregnados de ellos hasta el fondo e incluso la pereza de una forma más abstracta está presente en el relato con el personaje de Cruz (ya que prefiere mirar a otro lado antes de ponerse a investigar realmente en que mundo se ha metido su futuro marido).


La historia de El consejero no es más que la moraleja de que basta que entres en el lado oscuro una vez que te llenarás de mierda hasta el cuello y te estallará en tu propia cara dejando claro el mensaje que resume toda la obra de McCarthy: La perversión y la maldad están por todas partes y nadie escapa a ellas. Como se dice en la película: “La única forma de destruir ese mundo es que su creador y todos los que le rodean desaparezcan con él” y como dijo Javier Bardem en su premiere londinense “Hay que tener mucho valor para entrar en el mundo de Cormac McCarthy”.

Es la primera vez que el novelista escribe un guión de cine y se nota, pero no porque tenga carencias en la escritura precisamente sino porque el lenguaje de un libro y de una película son idiomas parecidos pero diferentes y se ve que su larga trayectoria como escritor la ha mantenido en el ritmo del guión, pero esto no es necesariamente negativo cuando se utiliza (como aquí) de una forma correcta, al contrario, le da más personalidad al conjunto ya que esta película se basa muchas veces en largos monólogos para el deleite del lucimiento de sus actores (especialmente para los personajes de Brad Pitt y Cameron Diaz cuya conversación final es digna de verse varias veces).

Si tuviera que definir esta película en tres palabras sería: “El cazador cazado”.


Fer Cruz

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