Reparto: Michael Fassbender, Javier Bardem, Cameron Díaz, Brad Pitt, Penélope Cruz...
Estreno en España: 29/11/2013
Año de producción: 2013
País: EEUU
Que una película tenga en su reparto a actores como Michael Fassbender, Javier Bardem, Penélope Cruz, Cameron Diaz o Brad Pitt es
razón más que suficiente como para gastarse el dinero en un cine, pero que
detrás de la cámara esté Ridley Scott y su guionista sea el reputado y
atormentado escritor americano Cormac McCarthy (serio candidato todos los años
al premio novel de literatura) hacen de este film una visita obligada.
La trama sigue a un abogado (Michael Fassbender) que lo
tiene todo para ser feliz: belleza, dinero y una guapa prometida que lo ama
(Penélope Cruz) pero su soberbia y avaricia hacen que se crea más listo de lo
que en realidad es y se sumerge en el mundo del narcotráfico aunque solo sea
por una vez para saciar sus banales necesidades.
Todos los personajes tienen su momento de gloria pero es
Cameron Diaz la que se lleva los mejores momentos haciendo de Malkina una sociópata
sexualmente insaciable y uno de los personajes más oscuros de la filmografía de
Scott (me recuerda y mucho al Commodus interpretado por Joaquin Phoenix en
Gladiator, ya que ambos personajes son conscientes de que están
produciendo dolor y disfrutan haciéndolo). Diaz está inmensa y se encarga en todo momento de dejar al
espectador tres cosas claras: el remordimiento y la conciencia son palabras que
no entran en su vocabulario, que un par de gatos grandes (en su caso el
guepardo) son la mascota definitiva y el animal más elegante por excelencia y
que siente más amor por un Ferrari que Cristiano Ronaldo y Justin Bieber
juntos.
Por su parte Michael Fassbender vuelve a demostrar lo buen
actor que es (pocos actores lloran tan bien como él) soportando en sus hombros
el protagonismo de la película. Brad Pitt sigue en su buena racha de acertadas elecciones a
la hora de elegir un papel y poco a poco me está haciendo olvidar que una vez
protagonizó esa bazofia insultante llamada Troya (un día escribiré todos los
errores históricos que la convirtieron en una estupidez cuando podría haber
sido una película más que interesante). Pitt interpreta a un personaje secundario llamado Westray
que es algo así como la voz de la experiencia en la historia y llena de matices
a un personaje misterioso del que sabemos realmente poco. Los oscarizados actores españoles también cumplen con su
función; Javier Bardem interpreta a Reiner, el intermediario entre el abogado y
el mundo de la droga, donde vuelve a lucir otro de sus peinados imposibles que
tanto reconocimientos y famas le han traído (No country for old men o Skyfall
serían algunos ejemplos de ello), Bardem vuelve a meterse en el oscuro mundo de
McCarthy (No cuntry for old men es la adaptación de su famosa novela) y como en
aquella ocasión vuelve a juguetear con la maldad y sale airoso de nuevo en el
intento. Penélope Cruz está correcta como Laura, la ingenua novia
del abogado pero a diferencia del resto no tiene ninguna escena de especial
lucimiento interpretativo, pero no es culpa suya.
McCarthy para dar más universalidad al personaje principal
no menciona su nombre en ningún momento de la cinta (se le conoce como el
“abogado”, “Counselor” (consejero) en su versión original) un recurso que ya
utilizó en su novela y también adaptada al cine, The road (2009).
Personalmente veo a los siete pecados capitales por todas
partes en esta historia ya que la soberbia, la avaricia, la lujuria, la gula,
la ira y la envidia no brillan por su ausencia y todos los personajes están
impregnados de ellos hasta el fondo e incluso la pereza de una forma más
abstracta está presente en el relato con el personaje de Cruz (ya que prefiere
mirar a otro lado antes de ponerse a investigar realmente en que mundo se ha
metido su futuro marido).
La historia de El consejero no es más que la moraleja de
que basta que entres en el lado oscuro una vez que te llenarás de mierda hasta
el cuello y te estallará en tu propia cara dejando claro el mensaje que resume
toda la obra de McCarthy: La perversión y la maldad están por todas partes y
nadie escapa a ellas. Como se dice en la película: “La única forma de destruir
ese mundo es que su creador y todos los que le rodean desaparezcan con él” y
como dijo Javier Bardem en su premiere londinense “Hay que tener mucho valor
para entrar en el mundo de Cormac McCarthy”.
Es la primera vez que el novelista escribe un guión de
cine y se nota, pero no porque tenga carencias en la escritura precisamente sino
porque el lenguaje de un libro y de una película son idiomas parecidos pero
diferentes y se ve que su larga trayectoria como escritor la ha mantenido en el
ritmo del guión, pero esto no es necesariamente negativo cuando se utiliza
(como aquí) de una forma correcta, al contrario, le da más personalidad al
conjunto ya que esta película se basa muchas veces en largos monólogos para el
deleite del lucimiento de sus actores (especialmente para los personajes de
Brad Pitt y Cameron Diaz cuya conversación final es digna de verse varias
veces).
Fer Cruz
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