19 enero, 2014

Crítica de "El lobo de Wall Street": Véndeme este bolígrafo

Director: Martin Scorsese
Reparto: Leonardo DiCaprio, Jonah Hill, Margot Robbie, Kyle Chandler, Jean Dujardin, Rob Reiner, Spike Jonze, Matthew McConaughey, Jon Favreau...
Estreno en España: 17/01/2014
Año de producción: 2013
País: EEUU

En los últimos 20 años han surgido en Estados Unidos directores que están innovando y que nos permiten disfrutar de un cine, en mi opinión, que no tiene nada que envidiar al cine de anteriores generaciones. Los Fincher, Tarantino, Anderson, Jonze… todos ellos (y una lista innumerable de otros nombres) están haciendo algo diferente, pero no se habría llegado a esto si no fuera por el trabajo de los innovadores que fueron antes que ellos, y esos directores a los que he nombrado les deben todo y más a los clásicos directores (Hitchcock, Wilder, Capra…) y a los veteranos que siguen trabajando hoy en día pero que ya pueden ostentar igualmente ese estatus de clásicos sin problema. Y si hay un grupo de directores que ha influido en el cine en las últimas décadas es el compuesto por Coppola, Lucas, Spielberg y Scorsese. Sin lugar a dudas Scorsese y Spielberg se mantienen en la cresta de la ola de la industria cinematográfica desde que tengo uso de razón y cada vez que se estrena una película suya es todo un evento. Son los amos del cine porque después de 40 años siguen atreviéndose a hacer cosas nuevas con cada una de sus películas y porque con las decenas de películas que tienen a sus espaldas han sentado las bases del cine que vemos hoy en día (y de la propia industria que lo sustenta).

El anterior párrafo me parecía necesario para comprender que cuando vas al cine a ver una película de Scorsese sabes que vas a eso, a ver cine, en estado puro. Y este fin de semana se ha estrenado en las carteleras españolas su último trabajo, El lobo de Wall Street. El film narra la historia de Jordan Belfort, un joven ambicioso que llega a Wall Street con ganas de comerse el mundo y que logrará ir ascendiendo aceleradamente en una esfera tan competitiva gracias a su irrefrenable anhelo de llegar cada vez más alto.  



Esta historia es material de película de Scorsese se mire por donde se mire, y tras los constantes esfuerzos de DiCaprio por convencer a Marty, finalmente lo consiguió y el proyecto salió adelante. Cualquiera que haya visto Uno de los nuestros o Casino sabe que Scorsese se desenvuelve perfectamente con estas historias de un personaje que toca la cima, y no haciendo precisamente lo políticamente correcto para conseguirlo. Como he dicho antes, Scorsese hace cosas nuevas con cada una de sus películas, esta vez se desenfrena y muestra su lado más salvaje y es imposible que por momentos no nos recuerde a Uno de los nuestros. A pesar de que esta película no se desarrolla en un mundo tan violento como el de la mafia, la vida de Belfort sí que se asimila al perfil de los protagonistas de ese tipo de films y el mundo de los brokers se asemeja más de lo que se puede pensar al del crimen organizado.

Scorsese nos introduce en un mundo de corrupción plagado de vicios: drogas, alcohol, prostitutas… y prácticamente cualquier cosa que te puedas imaginar y que el dinero pueda conseguir. Para conseguir meter al espectador de lleno era necesario que el actor que interpretara a Belfort derrochara carisma y que se ganara a la audiencia, por lo que DiCaprio era el candidato perfecto para esta labor (aunque en mi opinión Bobby Cannavale tampoco lo habría hecho nada mal) y se sigue consolidando como uno de los referentes de la generación actual de actores. El otro papel que más destaca es el de Jonah Hill, el “escudero” de Belfort, y un personaje al que será complicado encontrar sobrio en alguna escena o que no esté haciendo algo memorable. Completan el diverso reparto Margot Robbie (Una cuestión de tiempo), Kyle Chandler (Super 8), Jean Dujardin (The Artist), Cristin Milioti (Cómo conocí a vuestra madre)… Además de los directores de cine Rob Reiner (Cuenta conmigo) y Spike Jonze (Her), y el actor de moda Matthew McConaughey, las intervenciones de los tres son breves pero memorables y muy divertidas.


Para que una película funcione es necesario que la suma de una serie de factores se lleve a cabo sin que ninguno de estos falle. En el caso de El lobo de Wall Street es difícil encontrar algo que falle, aunque alguna vez se pueda pecar de alguna canción que no pegue mucho. Pero el director y el reparto llevan a cabo su labor a la perfección y el montaje tampoco se queda corto en cuanto a calidad. Aunque si hay un elemento que destaca sobre el resto es el guión, y me parecería casi una blasfemia no mencionar el nombre de Terence Winter, el guionista del film. En mi opinión Winter es el que calibra la película con un guión excepcional que integra las situaciones desenfrenadas y alocadas que debió escribir Belfort en su autobiografía, y además narra una historia apasionante que mezcla las carcajadas y el drama con unos personajes perfectamente definidos.  

La película no se pone de parte de nadie ni defiende ese estilo de vida, pero cualquiera que vea la película tendrá que admitir que si Belfort viene a dar un seminario a su ciudad y le enseña un par de consejos de persuasión para llegar a ser el nuevo Lobo… no le importaría hacerle algo de caso y ganar algún millón que otro.

Nota: 9
Alejandro Rodera

2 comentarios: